viernes, 15 de noviembre de 2019

Escribir un diario

Si algo he descubierto los últimos meses es algo que en el fondo ya sabía, o desde luego ya intuía, necesito escribir. Siento la necesidad de escribir y de plasmar, ya sea a través de un teclado de ordenador o de papel y boli, las cosas que me pasan o como me siento. Incluso a veces escribir sobre los problemas que tengo me ayuda a encontrar soluciones a ellos.
Un diario era la solución, estaba claro, pero el problema es mi dejadez y la "falta de tiempo". Alguna vez había intentado esribir un diario pero para mi era imposible darle continuidad. Además empezaba a escribir y me iba a los tópicos del diario, empezando con querido diario y contando mi día. No era consciente de la potente herramienta que este puede suponer. Al menos hasta hace unos meses.

Me compré un par de libretas de diferentes colores que me gustaron por su diseño (tengo una pequeña obsesión con el mundo de la papelería en general que daría para un post en si mismo) y me planteé en ellas escribir un diario. Justo empezaba para mi un viaje largo que iba a suponer una aventura completamente diferente en mi vida y me dije: ¿Por qué no? El problema llego al ponerme a escribir. Escribía la fecha del día y ¿qué me podía contar a mi mismo que ya no supiese?

La cosa se quedó así durante unos días hasta que en medio del viaje, perdido por lo más remoto de Turquía, tuvimos un problema que nos hizo estar encerrados en un restaurante y un poco perdidos. Ese día al llegar al hotel yo estaba cansado y agobiado, así que cogí una de las libretas, la de color rosa, y me puse a escribir impulsivamente. Estaba pasando a boli los acontecimientos del día pero veía como el bolígrafo funcionaba de forma casi autónoma. Hasta que en un punto de la historia vi que no era lo que me había sucedido en la vida real. En la historia de la libreta nos estaba secuestrando una mafia coreana y se ponía mucho más interesante de lo que fue la historia real. No podía creerlo ¡estaba volviendo a escribir una historia de ficción a partir de un hecho real gracias a la idea del diario! (llevaba más de un año sin escribir nada por un pequeño bloqueo). Una hora después de sentarme en el pequeño escritorio de la habitación del hotel y, a falta de correciones, tenía un borrador de un relato de unas cuantas páginas. Quiero decir que con esto maté dos pajaros de un tiro, Rompí con un bloqueo creativo y me desahogué. A partir de ese momento y sin ninguna pauta establecida, escribo de vez en cuando en esa misma libreta. A veces cosas reales que me han pasado, A veces ideas de historias de ficción. A veces una mezcla de ambas. Otras simplemente una frase de una canción acompañada de el hecho que me llevo a pensar en ella. Lo que sea que se me pase por la cabeza tiene cabida en un espacio que es totalmente mío y totalmente libre (intentando romper mis propias barreras mentales también).

Querido diario, me despido hasta la próxima 15/11/2019

Si vosotros también llevais una suerte de diario personal o algo por el estilo me gustaria saber ¿Qué representa para vosotros o como os ayuda?
Si no, desde luego os animo a que lo hagais pues existen muchos aprendizajes posibles que realizar gracias a él.

4 comentarios:

  1. Muy instructivo tu post, aportas una idea pragmática que puede ayudar y con tu ejemplo nos lo expones, una de las peores cosas para un escritor es la temida hoja en blanco. Gracias. Un saludo

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    1. Gracias Marisa, siempre es un placer tenerte en los comentarios y leer tus palabras. Aaaay el síndrome de la hoja en blanco jaja hay que buscar formas originales para salir de el, esta puede ser una.

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  2. Yo más que un diario, que siempre fui muy mala, tenía mi blog. Escribía de todo lo que me pasaba, leía, creía o soñaba. Tuve un percance familiar por no poder tener los dedos quietos y abandoné ese blog. Abrí otro de literatura y bueno, empecé a hacer reseñas y me tenía la mente ocupada. Ahora he dejado este aparcado y me he volcado en uno nuevo donde empiezo a hablar un poco de todo. De mi profesión, de mi maternidad, de mi peque... en fin.. de todo un poco. Me ayuda a dar rienda suelta a mi mente.
    Saludos

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    1. Yo al final lo uso un poco como el blog, lo que pasa que me siento más libre al escribirlo allí y teniendolo al hacerlo a boli, no borrando las cosas que escribo impulsivamente o así, como si haría en un blog. Al final salvo que quieras convertir el ser blogger en tu profesión, hay que hacer lo que a uno le apetezca en cada momento como bien haces.
      Un abrazo y gracias por comentar.

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