domingo, 23 de junio de 2019

No mires a los ojos de los medios de comunicación


No mires a los ojos de los medios de comunicación 
El título de la entrada de hoy viene de una canción del grupo Golpes Bajos, banda gallega de los 80-90, que dice "No mires a los ojos de la gente, me dan miedo, siempre mienten", y con esto ya podéis entender un poco más porqué lo he elegido para este post en el que, entre otras cosas, hablaré de la serie-documental sobre el caso Alcàsser.

Hemos tenido que esperar a que las nuevas y flamantes grandes plataformas de streaming como Netflix y HBO apuesten por series-documentales para empezar a interesarnos por ellos. Antes un documental era esa cosa aburrida sobre animales que ponían en la 2 y que era una buena recomendación para echar la siesta. Ahora en cambio, no nos conformamos con un documental si no que nos tragamos series-documentales, algunas incluso de varias temporadas, que nos mantienen pegados a la pantalla con casos de asesinatos, traiciones y conspiraciones. En un principio esto sucedía con casos estadounidenses, como la ya mítica serie sobre Steven Avery de Netflix, pero también llegaba a nuestro país con Muerte en León, sobre la muerte de la política Isabel Carrasco, de HBO. Parece que vamos hacía una época en el que este formato se exprimirá más, pues se acaba de estrenar la serie documental sobre el caso Alcàsser, y está a punto de hacer lo propio otra sobre el constructor Jesús Gil.

No pretendo soltaros ningún spoiler sobre el documental del caso Alcàsser, pero obviamente tiene una buena parte de realidad, que sería como que consideréis spoiler que os digan el resultado del desembarco de Normandía antes de ver Salvar al soldado Ryan. Si algo trata el documental, sobre todo en su primer capítulo (yéndose después por otros derroteros, en mi opinión menos interesantes) es el papel de los medios de comunicación en el considerado "el primer juicio público de la historia de España". Y si se considera el primero, desde luego no fue el último. En este caso concreto los medios, con Telecinco como cadena de reciente creación al frente, utilizaron lo que fuera necesario para conseguir audiencia, sin escrúpulo ninguno. En mi opinión en los años posteriores a este caso la técnica de juicio público y de conseguir audiencia se fue perfeccionando y haciendo más sutil, pero en ningún caso ha desaparecido. Puedo estar de acuerdo en que el sistema judicial puede no ser el mejor y cien mil críticas más, pero desde luego prefiero la peor de las justicias a la venganza, recordándome esto al caso de una noticia que saltó hace poco a la prensa en la que unos vecinos de Sudáfrica le habían cortado los genitales haciendo que se desangrara hasta la muerte a un hombre acusado de violar a dos jóvenes. Entiendo la situación, pero se me hace imposible, como muchos comentarios que vi por redes amigas, ponerme del lado de los vecinos. No creo que la justicia se imparta así. Tampoco creo que sean los medios de comunicación los que tengan que juzgar, y de hecho a veces pienso que debería limitarse mucho más lo que pueden decir y lo que no con juicios en curso que desde luego pueden influir, aunque no sé cómo pegaría esto con la libertad de expresión. Con muchas dudas y sin ninguna solución os dejo, recomendando eso sí, que si tenéis un rato libre os veáis la serie-documental, aunque sea el primer capítulo, pues es bastante interesante.