sábado, 4 de enero de 2020

Cenas y comidas familiares

Cenas y comidas familiares: 
Mientras escribo esta entrada tengo puesto en la televisión el debate electoral. Pan y circo, sobre todo circo. Meterme en política en este blog no me apetece nada, me apetece aún menos que meterme en política durante las cenas y comidas familiares, pero en esas ocasiones parece imposible no hacerlo.

Es que, en estos días entre Nochebuena, navidad, nochevieja, año nuevo, reyes... es imposible que ninguno de los miembros de la mesa haga un comentario sobre el conflicto catalán o sobre el nuevo gobierno Podemos-PSOE con apoyos y abstenciones de otros partidos.

Una vez el tema se pone sobre la mesa, generalmente por un cuñado o familiar similar, el problema es que no hay forma de salir. Un breve silencio hasta que otra persona tome la palabra. Si esto no sucede, todas las miradas se vuelven sobre alguno de los comensales considerado más 'puesto en el tema'. La última de las veces fue me tocó a mí. El debate furibundo me pareció absurdo y parco en argumentos.

Un debate lleno de demagogia, con algunos insultos de tapadillo y con medio aplausos de un lado y de otro. Era exactamente igual que el Congreso de los diputados. Cuando debato con gente me doy cuenta de que el que escucha generalmente no presta tanta atención a los argumentos, porque por mucho que los des el oyente no los puede contrastar. Al estar escuchando de fondo este debate de investidura veo como se dicen cosas que son mentira, mentiras contrastables pero ¿cuanta gente se dará cuenta o se dedicará a buscar más información sobre el tema?

Parece que el nuevo gobierno de Pedro Sanchez plantea luchar contra las Fake News como una de las líneas a seguir. Es cierto que los periodicos muchas veces se nutren de mentiras o de medias verdades para conseguir titulares. Pero también es cierto que son los políticos tanto en campaña como en el Congreso de los Diputados los que mienten día a día. Incluso algún partido político de color verde solo tiene los diputados que tiene a base de mentir a sus votantes en base a "nosotros o ellos".

Que la vida (política o no) no sea de lucha y sea de búsqueda de argumentos para nuestras discusiones, de apertura de miras y no de cerrazón. Aguantemos un día más a ese cuñado tan pesado con el conflicto catalán que con un poco de suerte después de reyes no lo vemos hasta el año que viene.